jueves. 25.04.2024

Cenar ligero permite a tu organismo que realice sus funciones y potencia tu calidad de vida

Al cenar ligero y temprano, permitimos que el organismo realice la digestión antes de acostarnos. De esta manera, el cuerpo puede dedicarse a descansar, llenar los depósitos de energía, eliminar y regenerar durante la noche

Cenar ligero permite a tu organismo que realice sus funciones y potencia tu calidad de vida
Cenar ligero permite a tu organismo que realice sus funciones y potencia tu calidad de vida

Por la noche nuestro aparato digestivo no está preparado para digerir, ya que no hay secreción de jugos gástricos ni intestinales. Si a esta situación le sumamos que cenamos tarde, una comida copiosa o en mucha cantidad, lo que estamos haciendo es provocar un sobreesfuerzo a nuestro sistema digestivo, que terminará con sus órganos fatigados.

Además, la digestión quedará incompleta, afectando a las tareas de apropiación y eliminación del cuerpo, que no comenzarán hasta que se realice la última digestión del día.

De esto se desprende que si no permitimos el tiempo necesario para que la digestión se realice correctamente, la eliminación no podrá llevarse a cabo de forma óptima. Y si el cuerpo no puede eliminar lo que le sobra, lo almacenará en forma de toxemia o de grasa. Es por esto que cenar ligero, además, ayuda a regular el peso corporal.

Así mismo, cenar ligero permite que nos despertemos livianos y llenos de energía, ya que durante la noche el organismo ha podido dedicarse a descansar, reponer los depósitos de energía en el cuerpo, eliminar las toxinas y reparar los órganos y tejidos que así lo precisaban.

Recuerda que toda acción que facilite los procesos internos del organismo, contribuye a nuestro bienestar, repercutiendo en cómo afrontamos nuestro día a día. Por eso te proponemos que no abuses de los productos ultraprocesados, azúcares o harinas refinadas, especialmente por la noche.

Si vas a consumir hidratos de carbono complejos como pan, arroz o pasta; o proteína animal, como carne, embutidos, leche o huevos, intenta no comerlos juntos en la misma comida, para facilitar el proceso digestivo.

Por último, te aconsejamos que te acostumbres a cenar antes de las 22 horas, y al menos dos horas antes de acostarte. También que integres en tu rutina cenas saciantes, con alimentos de baja carga digestiva y alto valor nutricional, incluyendo siempre una ensalada de vegetales frescos (puedes recurrir a frutos como el pepino, tomate, aguacate o manzana para hacer tus ensaladas y sentirte saciado).

 

Suso Valcárcel y Flor Fernández

Coaches de salud integral, expertos en nutrición natural y consciente

Fundadores de Hygemon y del programa C.I.S.E.

www.hygemon.com

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