Para que entiendas mejor qué queremos decir con el término des-ayuno, vamos a comenzar hablándote de los biorritmos que regulan nuestro organismo a la hora de alimentarnos.
Hay tres biorritmos a los cuales debemos prestar especial atención para que podamos digerir y asimilar correctamente los alimentos.
Biorritmo de nutrición: es el momento ideal para alimentarnos, ya que nuestros órganos están preparados para recibir alimento. Entre las 14 horas y 22 horas. aprox.
Biorritmo de asimilación: en este período de tiempo, absorbemos los nutrientes. Entre las 22 horas y 6 horas. aprox.
Biorritmo de eliminación: aquí el organismo aprovecha la energía principalmente para las tareas de limpieza interior. Entre las 6 horas y 14 horas. aprox.
Este último biorritmo tiene especial relevancia, debido a que es el momento en el que el organismo expulsa sus toxinas. Por eso, necesitaremos disponer de toda nuestra energía para poder llevarlo a cabo.
Si en este intervalo de tiempo comemos alimentos con una gran carga digestiva, el cuerpo centrará su energía en realizar la digestión, dejando de lado el proceso de eliminación, lo que puede resultar en graves consecuencias para nuestra salud.
¿Te preguntas por qué eliminamos las toxinas entre las 6:00 horas y las 14:00 horas?
La respuesta es muy sencilla: al realizar el ayuno nocturno hemos estado aproximadamente 8 horas sin ingerir alimento y, por lo tanto, sin realizar la digestión. Esto permite que el organismo tenga energía disponible para encargarse de sus tareas depurativas, y que los órganos de eliminación puedan realizar sus funciones.
De ahí la palabra des-ayuno, que significa deshacer el ayuno. Es vital romper el ayuno nocturno con alimentos frescos, vivos y de baja carga digestiva.
¿Cuántas veces habéis oído el famoso dicho “el desayuno es la comida más importante del día”? Estamos totalmente de acuerdo, pero por desgracia, creemos que fue trágicamente mal interpretado.
Habéis visto y oído hablar miles de veces del desayuno americano: huevos fritos, judías, salchichas, bacon, etc. ¿Y el típico desayuno español? Café con leche o colacao con pan, bollería, cereales de desayuno, galletas...
Durante años estaba incluso bien visto este tipo de hábitos alimentarios tan perjudiciales. Pero por suerte este tiempo ha quedado atrás. Los estudios y la comunidad científica cada vez están más de acuerdo en la gravedad de mantener estas costumbres y la opinión pública cada vez está más a favor de una alimentación consciente.
¿Pero me estáis diciendo que de un día para el otro ya no puedo comer nada hasta las 14 horas porque entonces el cuerpo no elimina las toxinas?
¡Claro que no! Nos hemos traído un “Plan B”, porque sabemos que el cambio de hábitos ha de ser siempre gradual y, sobre todo, realista.
Lo que te queremos proponer es que, en vez de desayunar, comiences a des-ayunar. Es decir, que comiences a prestar mucha atención a lo que comes, especialmente por la mañana.
Si en este período de tiempo priorizas los alimentos de baja carga digestiva y alto valor nutricional, entonces le permitirás a tu organismo que continúe con sus tareas de eliminación, ya que el tiempo dedicado a la digestión es muy pequeño y luego podrá seguir empleando la energía en la limpieza interior.
Por eso es que nosotros le damos tanta importancia a las frutas, porque son alimentos de un alto valor nutricional y una carga digestiva muy pequeña. Comerlas a menudo y en más cantidad es un hábito que conlleva incontables beneficios para tu salud:
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Nos proporcionan la totalidad de los nutrientes necesarios para el correcto funcionamiento del cuerpo.
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Suministran energía rápidamente a todas nuestras células, órganos, sistema muscular, sistema nervioso, actividad sexual, etc.
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Apenas necesitan digestión, por lo que son absorbidas y asimiladas en cuestión de minutos, gastando muy poca energía en este proceso.
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Tienen un gran porcentaje de agua pura y rica en nutrientes.
Ya te imaginas lo que te vamos a proponer, ¿no? ¡Exacto! Queremos invitarte a romper el ayuno nocturno con frutas, debido a su alto valor nutricional y su baja carga digestiva.
Un bowl de frutas frescas, un zumo de frutas, o simplemente unas piezas de fruta. Las que te gusten. La cantidad que quieras, hasta sentirte saciado. Esto le permitirá a tu cuerpo continuar sus tareas de eliminación durante la mañana y te proporcionará energía muy rápidamente para que comiences cada día con una mente liviana y una sonrisa que la acompañe.
“Desayuna colores. Llénate de vida.”
Suso Valcárcel y Flor Fernández
Coaches de salud integral, expertos en nutrición natural y consciente
Fundadores de Hygemon y del programa C.I.S.E.
