Antes de la Covid-19, el trabajo colaborativo y compartir espacios de trabajo era considerado sinónimo de éxito. Teníamos la sensación que debíamos convertir nuestra oficina en la otra casa, el esfuerzo estaba en estar cómodos para que fluyera la creatividad y así potenciar el buen ambiente. El efecto de la pandemia implica cambios en el diseño de oficinas y en la propia percepción que tenemos del trabajo. Después del confinamiento estamos saturados de las reuniones online y buscamos relacionarnos entre nosotros.
Muchas empresas ya están adaptando las oficinas, viéndose obligadas a reunir requisitos imprescindibles, sabiendo de antemano que nunca volverán a ser como antes. No solo cambiará el diseño, sino el concepto que tenemos de trabajo favoreciendo el trabajo flexible y ahorrando costes.
Puestos de trabajo con una distancia mínima de 2 metros, reducir la densidad y el aforo en sus instalaciones creando turnos de trabajo, conciencia ecológica y transformación digital. Mamparas de seguridad con espacios flexibles, protocolos de higiene para los trabajadores y sus puestos de trabajo, señalización que asegure la circulación segura, cámaras con control de temperatura corporal o sensores que evitan tocar zonas de uso compartido como ascensores o baños.
Las oficinas funcionan si hay empresas y los propietarios están preocupados por las cancelaciones de contratos, porque ven una pérdida de valor en la propiedad como tal. El teletrabajo ha venido para quedarse, nos hemos dado cuenta que hay un gran número de sectores que pueden trabajar desde casa o desde cualquier parte del mundo. Sin darnos cuenta, se está creando una amplia cartera de oficinas disponibles en venta y alquiler, tenemos donde elegir y la negociación se apunta muy cruda. Se mezclan las creencias personales de los propietarios con la realidad que rodea al sector inmobiliario.
Ante esta situación, ¿qué recomendación hacemos a nuestros propietarios? Es complicado volver a ocupar una oficina que se haya quedado vacía, por lo que planteamos reducir la renta del alquiler y, en algunos, casos han llegado a prorratear la renta durante unos meses para mantener a sus inquilinos/empresas.
Vemos lo invisible.
Ada González
Experta inmobiliaria
www.adagonzalez.es
