jueves. 28.03.2024
El jardín de las ideas
El jardín de las ideas

Mientras arreglo mi jardín, se me ocurre que una idea de negocio es como la semilla de una planta. Habrá que saber cuál es el clima adecuado, en qué zona del jardín nos dará más flores la planta que de ella brote, si necesita más o menos luz… pero si al final no nos arrodillamos en la tierra a plantarla y regarla, esa semilla jamás germinará. Y lo mismo ocurre con todas aquellas ideas que nunca dejan de ser sólo eso, ideas, y  se quedan para siempre en el cajón del olvido. Podemos tener muchas semillas, muchas ideas, pero si no las plantamos jamás crecerán.

Todos tenemos alguna idea brillante dentro de nosotros, pero ¿por qué unas ideas salen adelante, dan frutos  y se convierten en proyectos exitosos y otras no?

Suele pasar que le damos vueltas y vueltas a esa idea hasta la saciedad sin saber por donde empezar. O que la búsqueda de la  perfección haga que nunca demos el primer paso y no tomemos la decisión de dar el salto al vacío, muriendo el proyecto en el proceso.

Para que una idea termine germinando y creciendo hacen falta tres cosas: acción, determinación y entender que todo proyecto empieza con la versión 1.0.   

Sin acción no hay movimiento y sin movimiento no podemos avanzar; por eso la labor de un coach en cada sesión es ayudarte a crear un plan de acción. Sin determinación, el plan se quedará en papel mojado, porque no nos comprometemos a dar esos pequeños pasos necesarios que nos llevarán poco a poco hacia el objetivo marcado. Y por último, necesitamos la fuerza necesaria para lanzarnos y no dejar que el miedo al fracaso nos mantenga en un bucle sin fin, buscando la perfección. La perfección solo viene con el tiempo, cuando lo hayamos intentando de muchas maneras hasta encontrar la fórmula que funciona.

Acción, determinación, comienzo. Arrodillarse, plantar, regar.

 

María Martínez Segovia

Consultora y Coach de Empresas

www.mybrujula.com

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