Alimentación complementaria: Alimentos a moderar y retrasar para el bebé

Alimentación complementaria: Alimentos a moderar y retrasar para el bebé

La semana pasada hablamos de la alimentación complementaria y las dudas que surgían para saber cuándo empezar. En esta ocasión vamos a resolver otra de las dudas que más me plantean en los talleres de BLW: ¿hay que retrasar la introducción de algún alimento?

 

 

La respuesta a si hay que retrasar la introducción de algún alimento es "sí", hay alimentos que debemos retrasar o moderar, ya que pueden ser perjudiciales o peligrosos para el bebé.

Dentro de los alimentos a moderar nos encontramos con:

  • Alimentos poco nutritivos, como las sopas o los caldos.
  • Zumos, aunque sean caseros, ya que estos no equivalen a una pieza de fruta al día, y al triturar la fruta, el azúcar se convierte en azúcar libre (mala), con lo que e perjudicial para el bebé.
  • Lácteos (antes del año). A partir de los ocho meses podemos ofrecer yogur natural. Después del año, leche de vaca entera.

​Alimentos a retrasar (antes del año o más):

  • Sal, ya que sobrecarga la función renal del bebé
  • Azúcar
  • Verduras de hoja verde, por su alto contenido en nitrito. Ejemplo: espinacas, acelgas, etc.
  • Grandes peces, debido a su alto contenido en mercurio. Ejemplo: pez espada, atún rojo, etc., hasta los 10 años. De los 10 a los 14 años, limitar su consumo +/-120 gramos al mes.
  • Mariscos: evitar su cabeza y el cangrejo, debido a su alto contenido en cadmio.
  • Carne cazada con munición de plomo, hasta los seis años.
  • Algas, por tener alta concentración en yodo, hasta los seis años.
  • Bebidas de arroz y tortitas, por su alto contenido en arsénico.
  • Embutidos y fiambres, hasta los 10 años, debido a las grasas saturadas.
  • Carne, pescados huecos poco hechos (salmonelosis).
  • Infusión y miel (botulismo).
  • Desnatados hasta los dos años.

Por otro lado cabe destacar que existen alimentos con riesgo de atragantamiento, que si bien se deben retrasar por el riesgo existente a ofrecerlo en su formato original, podemos modificar este formato y así  introducirlo en la alimentación de nuestro bebé. Un ejemplo de ello son los frutos secos, los cuales no se recomiendan enteros hasta los cinco años, en cambio podemos ofrecerlos molidos o en crema a partir de los seis meses.

Recuerda siempre buscar información veraz y contrarrestarlo. Para ello acude a profesionales de la maternidad, en este caso asesoras de BLW.

 

Nora Hernández

Acompañante de la maternidad (porteo, lactancia, blw)

@porteándonos