viernes. 29.03.2024

¿De dónde surge tu motivo de sexo?

¿Sabes por qué tienes apetencias sexuales? ¿Qué es lo que te mueve, te inspira, te hace querer buscar un encuentro erótico? Siempre hay un motivo por el cual los seres humanos nos sentimos poseídos por una fuerza interior. En el siguiente artículo averiguaremos cuál es y de dónde surge

¿De dónde surge tu motivo de sexo?
¿De dónde surge tu motivo de sexo?

Si te preguntase: "¿Qué sucedió para que tuvieses ese encuentro erótico?" ."Pues… me apetecía". ¿Cómo identificas ese "me apetecía"? "No sé, una sensación interior de deseo, ganas de estar de manera muy íntima con la otra persona y darlo todo. Ganas de disfrutar, ganas de sentir placer y llegar al orgasmo". Aquí tenemos un ejemplo de lo que es el motivo de sexo, tenemos una causa, anhelo o deseo que nos hará movernos para conseguirlo: estar de manera íntima con la otra persona, disfrutar, sentir placer/orgasmo. Si te preguntase: "¿Sobrevivirías si dejas de comer, beber o dormir?" No, ¿verdad? Pues ahí tienes tres motivos innatos que se suman al motivo de sexo, sin este último sí que puedes vivir. Aquí alguna persona ya está pensado: “Qué va… yo no podría”. No existen casos de muerte por no tener encuentros eróticos, pero sí de prácticas peligrosas que pueden acabar en muerte. A lo que sí afectaría, si no hay copula con fin reproductivo, es a la supervivencia de la especie. Así que todos tranquilos, si la preocupación no es poblar la tierra, puedes vivir sin encuentros eróticos.

Para comprender y explicar nuestros motivos, desde la psicología se usa el término homeostasis como elemento de regulación fisiológica. Este término lo propuso el fisiólogo Walter B. Cannon y con él se refería al equilibrio del medio interno, para ello necesitas una autorregulación. Si nos gusta/atrae sexualmente alguien, notaremos unas sensaciones diferentes en nuestro cuerpo, intentaremos acercarnos a esa persona, nos apetecerá conocerla, quizás llamar su atención y tener una relación más cercana, esa será nuestra manera de reducir la tención que sentimos al inicio y volver al estado de equilibrio u homeostasis. A medida que aumenta el contacto probablemente queramos avanzar en la relación, tener encuentro erótico, compartir más intimidad, más tiempo. ¿Estarás en equilibrio en ese momento? ¿Quieres que algo suceda, lo deseas pero dependes de la respuesta de la otra parte? ¿Dependes de una reciprocidad en el motivo de cada uno? ¿Intentarás reducir el estado de tensión y volver a tu estado de homeostasis o equilibrio? Quizás has comprobado que nuestra conducta sexual está ausente de elementos homeostáticos cortoplacistas que regulen su acción. Alguna mente estará pensando: “No, si no consigo mi objetivo sigo buscando… mientras, siempre puedo masturbarme y volver a mi equilibrio”. Mi pregunta siguiente sería: "¿Puedes masturbarte en cualquier sitio, como puedes conseguir una botella de agua para saciar la sed, comer algo o dormir una ‘power nap’ y volver a tu equilibrio?". Seguro que hay respuestas muy variopintas. Eso sí, una cosa es buscar equilibrio y otra el autocontrol.

Puedes estar en modo relajado en casa, ver pasar a tu pareja y sentir el deseo de tener un encuentro erótico con ella. Piensas: “¿Qué me pasa? Si no ha hecho ni dicho nada, lleva ropa, no se ha insinuado, ni me ha mirado”. O en otro momento pasa tu pareja desnuda, no te insinúa nada y ahí está de nuevo tu motivo de sexo.  Quizás estás ‘navegando’ en internet y una imagen hace que de nuevo se active. Puede que en algún momento estés pasando de un pensamiento a otro, te viene a la mente algún encuentro erótico que para ti fue increíble y sólo ese recuerdo despierta en ti las ganas de volver a experimentarlo. Con estos ejemplos podrás comprobar que la motivación sexual, tu motivo de sexo puede tener múltiples orígenes.

Uno de los orígenes puede estar en las hormonas y su papel activador y de excitabilidad sexual. Las hormonas de nuestras glándulas sexuales (ovarios y testículos) influyen en las conductas interactuando con el sistema nervioso. Seguramente habrás escuchado alguna vez bromear sobre la testosterona en el caso de ellos. O cómo influyen las hormonas en ellas y su deseo según el momento del ciclo menstrual en el que están, al igual que los adolescentes y el cambio hormonal. Aún hay más, vivimos en sociedad, así que nuestras conductas también son reflejo de ella y la cultura. La implicación que tienen para nosotros ciertos gestos en público difiere de las que pueden tener en otras culturas, al igual que los valores y creencias. Si tomamos la sexualidad de cada uno como un valor a cultivar, como algo a potenciar y vivir desde el conocimiento y expresión de uno mismo y los demás basado en el respeto, los motivos que nos moverán en nuestras relaciones de pareja serán satisfactorios y positivos. Al ser seres sociales nuestras conductas sexuales también tendrán una base en el aprendizaje, en lo que vemos e imitamos de los demás. Así que, como puedes ver los motivos que te llevan a buscar, desear, llevar a cabo encuentros eróticos son variados. Lo saludable es vivirlos desde el respeto y aceptación de uno mismo y hacia los demás. Recuerda: “Tu libertad termina donde comienza la mía”. Te motives como te motives, tengas el motivo que tengas,  no olvides el humor. ¡Hasta pronto!

 

Rut Mónica Díaz

Sexóloga

@sexologarutmonicadiaz

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