viernes. 19.04.2024

Navidades: ¿Examen para la atención y bases de la pareja?

Entre todo aquello que puede suceder en la pareja, llegan unas fechas que ponen a prueba la atención, el amor, y lo mucho o poco que se conocen, así que vamos a hacer un poco de análisis para salir victoriosos. ¿Sabes si acertarás con el regalo? Centra tu atención y lo harás

Navidades: ¿Examen para la atención y bases de la pareja?
Navidades: ¿Examen para la atención y bases de la pareja?

Se acercan unas fechas muy especiales, plagadas de amor, se supone, ¿no? O más bien de regalos, comida y muuuucha bebida, para paliar la mala gana de estar en compañía de algunos asistentes a esas reuniones familiares y/o laborales. Nos pre-ocupamos por los manteles, los adornos, centros de mesa para que todo esté impecable, que la comida esté sabrosa, tener a tiempo todos los regalos con sus pertinentes envoltorios y ticket regalo, no sea que alguien nos tache de ‘sosos’ si no los envolvemos o nos miren con cara extrañada por no poder cambiarlo/devolverlo. ¿Dónde quedó el amor? ¿Lo compensamos pasando infinitas veces la VISA por el datafono?

Hoy utilizaremos la analogía tomando el título del libro El despido interior (2007), Lofti El-Ghandouri un consultor que se basó en lo que había descubierto el psicólgoo Herbert J. Freudenberger primero en hablar del agotamiento laboral con el término ‘burnout’. ¿Cómo saber si estás en despido interior de la pareja? Entre otras cosas, cuando vives en modo resignación con la pareja notas falta de ilusión, todo es lo que hoy se denomina el ‘postureo’ o ‘cara a la galería’, el “cheese” para la foto, salir sonriendo cuando por dentro las sensaciones son negativas, sentir que agonizas, sentir cambios repentinos en tus estados de ánimo, excesiva sensibilidad, no rindes de la misma manera, y puedes somatizarlo con dolores de cabeza, alteraciones en la piel y/o rigidez muscular.

¿Por qué puede suceder? Quizás las expectativas puestas en la pareja no se han cumplido; quizás esperabas más reconocimiento. ¿Te has preguntado si tú te lo das en todo aquello que haces? ¿O sólo esperas a que el otro te reconozca lo que ni tú mismo reconoces? Lo mismo pasa con la expectativa de necesidad de aceptación, ¿te aceptas? Y así con todo aquello que le exiges o esperas de la otra persona, pero que puede que no te estés dando y por eso buscas que el otro lo haga; demasiada responsabilidad depositada en el otro, ¿no crees? Otro punto es si el concepto de amor que tenían ambos no se tuvo en cuenta, no se puso sobre la mesa y se matizó qué entendía cada uno por amor. Puede que no hablasen de qué esperaban de la vida en pareja, cómo afrontarían el tener o no tener hijos, cómo la imaginaban el día a día en pareja, cómo lo deseaban, cómo lo vivirían y así, sin más, se entra en una relación sin bases. ¿Y qué sucede? Que puede salir bien, regular o no tan bien. ¡Lo bueno! Que de toda experiencia se saca un aprendizaje, si se quiere, ¡claro! Para ello, hay que hacer análisis de lo vivido. En la fase de en-AMOR-aMiento tenemos a la feniletilamina, esa droga natural producida por el organismo, estimulando de manera muy positiva nuestro sistema nervioso y en consecuencia sentimos sobreexcitación, y todas esas sensaciones que, por suerte, son pasajeras. ¿Qué queda entonces? Trabajar la pareja, mucha voluntad, constancia, comunicación, dosis de realidad, tiempo de calidad en pareja y atención. Con esto último te he contestado el ¿para qué sucede o se llega al despido interior en la pareja? Para tomar conciencia de todo aquello mejorable y disfrutable.

Hemos hablado en otras ocasiones de la importancia de la comunicación en la pareja para que los encuentros eróticos no se espacien cada vez más en el tiempo hasta desaparecer. Un ambiente positivo, de comprensión, de escucha activa y atención favorecen un clima que propicia no perder el deseo y las ganas de encuentros con el otro. Prestar atención a los detalles, estar realmente presente en atención abierta, es decir, todos tus sentidos dirigidos a la fuente de información que debe ser atendida y ¿cuál es? Tu pareja. Esa persona cómplice, que está ahí y estará siempre que exista cuidado mutuo. No vale la atención encubierta, esa que actúa cuando tu pareja te habla, tu mirada está puesta en ella pero estás atendiendo a algo que sucede en segundo plano, alguien que pasa, otra conversación, mirando la pantalla del teléfono, TV u ordenador. Si te aburre lo que te cuenta, díselo de manera asertiva, si no es buen momento, comunícalo, si quieres mirar un momento a otra cosa hazle saber que necesitas dejar de atender un instante, pero no finjamos estar si no estamos de verdad, nos perdemos lo importante y ahí es donde se ve si hay amor de verdad.

Espero que estas pinceladas te animen a no perderte entre regalos, cenas, quedadas y tipos de envoltorios varios. Pon tu atención en lo importante, en lo que quieres conservar en tu vida, en lo que consideras que merece la pena, no dejes toda la responsabilidad de lo que suceda entre ambos en los hombros de la otra parte. Te animo al autoanálisis y autoconocimiento como siempre animo al autoerotismo, primero es conocerse en todos los aspectos para luego poder compartir ese conocimiento de uno mismo con el otro y así los encuentros serán puro fluir y la relación también. Te recuerdo que agarres bien fuerte de la mano al humor y ¡hasta pronto!

 

Rut Mónica Díaz

Sexóloga

@sexologarutmonicadiaz

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