viernes. 19.04.2024

La separación, una vuelta al autoerotismo

La separación, distanciamiento o divorcio de la pareja puede ser un alivio para muchos y un desasosiego para otros. En este artículo encontrarás una manera de poner el foco en conocerte y disfrutarte más mientras superas esa pérdida

La separación, una vuelta al autoerotismo
La separación, una vuelta al autoerotismo

Si pensabas que te animaría con la teoría de “un clavo saca otro clavo” o juega al juego “de oca en oca y follo porque me toca”, estás desviando el foco. Tras una separación, es bueno que centres tu atención, aunque te parezca ridículo, en pasar, vivir y sentir las etapas del duelo por esa pérdida (negación, ira, negociación, depresión, aceptación y de ahí a un aprendizaje). Quizás consideras que es lo mejor que te ha podido pasar; aún así, no te guíes por lo aparente. Es un buen momento para dedicar tiempo al autoerotismo, a conocerte y percibir sensaciones distintas y puede que hasta nuevas.

En esa autoexploración, en el autoerotismo, con la masturbación te experimentarás a ti, sin las expectativas del encuentro erótico, sin las exceptivas que supones que tiene la otra parte, sin prisas, sin intentar sincronizar ritmos, sin sentir que debes guiar. Estás tú y tus sentidos. Cuanto más conocimiento tengas de ti, de tus ritmos, de tus gustos, de tus necesidades, de tus límites, más sencillo será expresar y conectar con otra persona cuando llegue el momento. Un ejemplo para ellas es notar si sientes fluctuaciones en tu deseo según el ciclo hormonal que estás viviendo, si varía cuando tienes la regla, poco antes, poco después, sentirte, escuchar la señales de tu cuerpo y cómo reaccionas en esos momentos cuando te masturbas.

Autoexplorarte es contemplarte, sentirte y vivirte antes de masturbarte y después. Contémplate, mírate al espejo sin ropa, observa tu cuerpo, tus genitales, debes sentirte a gusto con y en tu cuerpo. Tócate y siente cada caricia, siente el roce de las yemas de tus dedos, de la mano pasando por tu cuerpo, qué sientes. Lo mismo cuando comiences a acariciar tus genitales, no sólo los toques, míralos, muévelos, conócelos, observa cómo cambian del inicio a fin de la masturbación que te dedicas. Cómo varían en tamaño, forma, color. Observa los fluidos, el color, olor, sabor… Cada uno, como dije, tiene sus límites y hasta donde quiera o desee llegar. Conocerse es experimentarse. Percibe cómo cambias el ritmo, cómo te gusta más, cómo se arquea tu cuerpo, cómo se inclina, qué posición te excita más, estás tú y tus sensaciones, llévalas hasta donde desees, dedícale tiempo, sin prisas, si te sientes a gusto cerrando los ojos en algún momento hazlo, si te puedes permitir gemir, hazlo. Todo lo que descubras en cada experiencia autoerótica es autoconocimiento que podrás compartir cuando te apetezca y con quien te apetezca.

Algunas dificultades comunes y desacuerdos en los tiempos y modos del encuentro erótico que pudiste vivir, si se dio el caso, con la pareja que ya no está en tu vida, pueden derivar en estados de ansiedad y depresión. Se debe gestionar, si existe, la sensación de culpabilidad o de sentirse inadecuado para que no merme la autoestima, algo que no ayuda a la hora de establecer nuevas relaciones. Hay que superar el miedo a no querer enfrentarse de nuevo a esa dificultad que se ha vivido con una pareja anterior y que sientes debes “confesar” a la nueva. Para afrontar estas sensaciones, primero en soledad, debemos dedicar tiempo al autoerotismo, nos ayuda a conocernos más y si en algún momento hemos tenido dificultades en los encuentros eróticos, saber detectar si nos pasaba sólo cuando interactuábamos con esa pareja en concreto, si es algo que se ha repetido con otras parejas y/o también cuando nos masturbamos, así buscaremos el origen.

El autoerotismo también te ayudará a la hora de identificar si te has contagiado con alguna ITG (infecciones de transmisión genital). Distinguirás más rápidamente cambios en el olor, textura del semen o flujo vaginal, puedes notar vejigas, cambios en la piel… un tema que trataremos más adelante. Para finalizar, recordarte que si te masturbas utilizando pornografía, ten en mente que los tiempos que ves en el vídeo no deberían marcar los tuyos. Si no, de nuevo caerás en la espiral de cumplir unos cánones que no tienen que ser los que van contigo. Déjate llevar y disfruta. Lo hagas cómo lo hagas no olvides el humor. ¡Hasta pronto!

 

Rut Mónica Díaz

Sexóloga

@sexologarutmonicadiaz

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