Por el contrario, existen otro tipo de regresiones de sueño causadas por circunstancias extrínsecas o externas a los bebés, que los rodean y afectan a su descanso igual. Pueden ser todas las situaciones que afecten su factor emocional, incorporación a la escuelita, enfermedades, vacunas, períodos vacacionales, mudanza, cuarentenas, incorporación de mamá al trabajo, hermanitos, separaciones, etc.
¿Qué podemos y debemos hacer durante estos momentos? Tener mucha paciencia, comprender que es temporal y que su calidad y cantidad de sueño se ven afectados. Se resistirán mucho a las siestas y aumentarán sus despertares nocturnos. Además, para ayudarles te servirán estos tips:
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Tiempo de calidad. Amor y contención emocional.
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Rutinas y horarios.
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Ser consistentes con lo que nos ha funcionado ahora con sus despertares. Aunque sea un momento duro, hay que evitar introducir situaciones temporales que luego queramos eliminar.
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Rutina más relajante antes de dormir y siestas.
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Flexibilizar sus horarios, quizás necesita que lo acuestes antes si las siestas han sido cortas.
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Toma nota, realiza un registro de sueño, te dará facilidad para ser constante.
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Tu bebé no debe asociar en estos períodos que dormir es una opción, no podemos dejarle elegir y hay que garantizar su sueño diurno para que no afecte al nocturno. Recuerda que tus amigas las siestas de emergencia están para ayudarte.
Cada peque es único y no todos deben sentir o sufrir las regresiones de la misma forma. Lo importante es entender los procesos del sueño para poder atenderlos. ¿Cómo le afectan las regresiones a tu bebé? ¡Cuéntame que te leo!
Mónica Quedada
Asesora de sueño infantil certificada, maestra y CEO