Desde este viernes y hasta el 30 de junio se puede contemplar en el escaparate del Cabildo de Gran Canaria la exposición ‘SOS: La humanidad en peligro’ del fotógrafo Borja Suárez, llamada de auxilio para alertar y concienciar sobre la situación que sufren las personas refugiadas y migrantes en el mundo, y especialmente en la ‘ruta canaria’, que se ha convertido en la más mortífera del mundo.
El presidente del Cabildo de Gran Canaria, Antonio Morales, aseguró que en estos momentos “hay cerca de 80 millones de personas refugiadas en el mundo, la mayor cifra jamás registrada, y España es uno de los países que menos participa en la acogida y en el asilo” ya que resuelve positivamente un “5% de las solicitudes que recibe frente a la media europea del 31%”. En ese sentido, Morales señaló que es necesario que se pongan en marcha políticas de codesarrollo con los países del sur y vías migratorias legales y seguras, ya que Canarias no puede ser “ni una cárcel ni un muro contra la esperanza”.
El consejero de Solidaridad Internacional del Cabildo de Gran Canaria, Carmelo Ramírez, explicó que la muestra forma parte del programa de actividades “Gran Canaria Solidaria” que tiene como finalidad “exponer los grandes dramas que viven millones de seres humanos, con el objetivo de contribuir a la sensibilización, contribuir al compromiso solidario”.
Ramírez señaló que más de 250 millones de personas en el mundo se ven empujadas a la migración forzada, y que el 90% de estos movimientos se producen entre los países empobrecidos”, mientras que a los “países ricos llega menos del 10% de las personas que se ven obligadas a migrar”. Por ese motivo apuntó, desde el Cabildo van a seguir reivindicando “políticas de solidaridad, políticas que fomenten el desarrollo y permitan que la gente no se vea obligada a migrar y políticas de acogida en condiciones de estas personas”.
El autor de la exposición, Borja Suárez, aclaró que la muestra se compone de 22 imágenes que son un trabajo de los últimos 20 años sobre el fenómeno migratorio en Canarias, y que se trata “de una pequeña muestra de un drama que se vive día a día. El fotoperiodista aseguró que en se muestran “imágenes duras, muy duras” pero que no “pueden hacer la vista hacia un lado y no retratarlo” ya que a su juicio es su trabajo y tienen que denunciarlo.
