sábado. 27.04.2024

Gara y Jonay, la leyenda que nunca fue

Una de las leyendas más extendidas en Canarias es la de Gara y Jonay. Según nos cuentan, en época aborigen los nobles de Tenerife solían desplazarse todos los años a la Gomera durante la fiesta de la cosecha, a la que llamaban Beñesmer

Gara y Jonay, la leyenda que nunca fue
Gara y Jonay, la leyenda que nunca fue

En esos días festivos, las jóvenes gomeras solían ir a una fuente conocida como “Los Chorros de Epina” para mirarse en el agua y descubrir si en el futuro iban a encontrar pareja.

Un año, la bella princesa Gara realizó ese rito ancestral que fue observado por un viejo brujo. A la vista del reflejo que el agua ofreció al rostro de la joven, este exclamó: “La sombra del fuego quema el agua. La muerte acecha”.

Caños de Epina

(Caños de Epina)

En la comitiva tinerfeña se encontraba el hijo del Mencey de Adeje, un joven apuesto llamado Jonay.

Los dos jóvenes se enamoraron y solicitaron a sus familias el poder casarse, cosa que fue recibida como una buena noticia por los padres de ambos. Sin embargo en esos días el Teide entró en erupción, lo cual fue visto como un mal presagio.

Para apaciguar al volcán se impidió el matrimonio Gara y Jonay, retornando este último a Tenerife con el corazón roto.

Jonay no podía soportar vivir sin su amada, por lo que regresó a la Gomera en busca de ésta. Una vez allí, los dos se refugiaron en los montes, conscientes de que su amor era un amor prohibido en sus dos islas.

Cuando la familia de Gara se enteró de la huida, salieron en su busca para impedir la relación. Para evitar la separación, los jóvenes decidieron poner fin a sus vidas atravesándose sus corazones con una misma vara, símbolo de que su unión sería para la eternidad.

Garajonay, La Gomera

(Garajonay, La Gomera)

El lugar escogido para ese suicidio por amor hoy lleva el nombre de los amantes, “Garajonay”.

Una bonita historia que aparece escrita por primera vez en el año 1943, en una obra de Juan Álvarez Delgado Los supuestos nombres guanches de Gara y Jonay serían antropónimos inventados, derivados del topónimo Garajonay cuyo significado en la lengua aborigen amazigh de La Gomera es "Roque Alto".

Una preciosa historia de amor literaria que, con el paso del tiempo, se ha convertido en una leyenda que ha quedado unida para siempre a la isla de La Gomera.

 

Juan Carlos Saavedra

Escritor, investigador y divulgador de la cultura canaria

http://www.juancarlossaavedra.com

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